Así pasaron los días, sin tener conocimiento, el nunca me importó, me importaba el vivir de sentir, creo que por alguna razón el mundo se distrajo y provoco el infame futuro que hoy enfrentamos y no desmayamos, ahora sabemos que las posibilidades son pocas y nuestros sueños muchos, el llanto no se escucha y los espacios son iluminados por aventuras divinas que te hacen respirar y andar.
Llego mi hora, no puedo aferrarme al pasado que debilitan mis parpados y me hacen caer en el lugar mas oscuro de tu boca que al mismo tiempo sosiegan el vaivén de mi vida microscópica, murmurando palabras en otro idioma, palabras que no entiendo pero que sé que las conozco.
Nunca dije lo suficiente para permanecer a tu lado, hoy lo siento pero bendigo los atardeceres que pasé atada a tus piernas, bendigo los momentos de silencio que hicieron que nuestros cuerpos hablaran, los minutos se desgastaron y no pude decir adiós.
sábado, noviembre 08, 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario